
Uno de los dioses del pueblo romano, era el dios «Jano», el dios de los portales. Era el dios de las dos caras, una opuesta a otra: una miraba hacia el solsticio de invierno y la otra hacia el de verano, y no era ninguna casualidad, ya que para los romanos, al igual que para el resto de pueblos paganos de la época, creían que en los solsticios las puertas al mundo de los dioses, de las energías, estaban más abiertas y, por lo tanto, la comunicación con ellos, y las nuevas posible que nunca!
Los dos portales hacia el «más allá» recibían en la antigua Roma, el nombre de «Juanes».
En el solsticio de verano pues van relacionadas todo tipo de creencias positivas, relacionadas con la prosperidad y la abundancia en muchos aspectos!!!
¡Buena verbena!
¡Concentramos todas las energías en procurar la abundancia de premios en la Administración de Loterías de Sant Julià de Vilafranca!
¡Muchos premios y muy bien repartidos!
¡Hagamos muchas personas felices!